Las más brutales fotos de luchas de venados y gamos
Inmersos en la época de berrea y ronca, aquí os mostramos, de la mano de Istock, unas increíbles imágenes de combates de ciervos y venados.
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Compañeros de fatigas hasta hace días o semanas, es llegar la época de celo o brama y los grandes venados ni se reconocen. En este tiempo no hay amigos, sólo posibles competidores frente a las hembras, de ahí los combates para establecer la jerarquía.
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Qué equivocados están los que consideran al gamo un pacífico y delicado cérvido. En estado salvaje, no en parques ni en zoológicos, y en su época de celo o ronca, los machos de gamo se comportan como auténticos gladiadores para dilucidar quién manda.
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Brutal choque de cuernas, trofeos entrelazados, vigorosos cuellos en tensión y patas firmemente colocadas y listas para embestir o aguantar la acometida del rival. Hay pocos duelos en el reino animal tan impresionantes como el de los venados encelados.
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Es mucho lo que se juegan tanto venados como gamos en estas semanas, nada menos que la cubrición de las hembras y la perpetuación de sus genes, por eso no dudan en luchar contra otros machos, aunque eso les cueste graves heridas o incluso la muerte.
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Hay imágenes que valen más que mil palabras y miradas que lo dicen todo, como las de estos buenos gamos enfrentados a cara de perro.
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Lo normal es que los duelos, a pesar de su ferocidad en algunas fases, terminen con la expulsión del venado vencido mejor o peor parado, si bien hay casos donde las cuernas se enganchan y los machos no pueden soltarse, lo que puede suponer su muerte.
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La violencia de las embestidas o arremetidas puede ser tanta en estos combates, que de no encajar bien las cuernas, las heridas provocadas por las puntas en cabeza, cuello, costados, etc. pueden resultar mortales.
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Otra de las consecuencias de estas luchas en berrea y ronca puede ser la rotura o fractura de parte de la cuerna o incluso la pérdida de un cuerno, de ahí que se aconseje recechar al principio de ambas épocas de celo si el objetivo es un buen trofeo.
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Aunque buena parte de los enfrentamientos de gamos y venados tiene lugar en zonas abiertas, en espacios despejados, los machos de estas especies también miden sus fuerzas dentro del monte, en unos duelos más íntimos que a veces no escapan a la cámara.
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A pesar de recibir algún que otro puntazo de su adversario, visiblemente fatigado por el ardor de la contienda, este venado no duda en mostrarse victorioso mediante un potente bramido.
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Otro vencedor, en este caso un 'paleto', de una lucha otoñal por la jerarquía y el control de las gamas. Su singular ronquido entre los árboles señala quién es el señor del bosque.
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Cómo cérvidos que son, también los ciervos cola blanca o whitetails, los caribúes y los wapitíes o elks se ven inmersos en duros combates con la llegada del celo.
