Un agricultor fotografía una loba mientras cosecha: "me quedé paralizado"

La expansión del lobo en la Península Ibérica es un hecho más que contrastado. Desde hace años, las poblaciones de este cánido gozan de un gran estado de salud a pesar de los falsos mensajes que lanzas los colectivos animalistas contra los cazadores, a quienes acusan sin pruebas de masacrar lobos. No solo los ataques prueban esta teoría, también los documentos gráficos que aparecen cada cierto tiempo.
 
Recientemente, Guillermo García, un joven agricultor leonés (y también cazador), ha conseguido fotografiar una loba en la zona donde habita. Ha sido en la comarca de Los Oteros y él mismo ha narrado a Cazavisión todos los detalles de este encontronazo.

Sorprende la presencia del lobo

Como el mismo nos reconoce, no se suelen avistar en la zona este tipo de animales. En la comarca leonesa de Los Oteros predominan las tierras de labranza y sorprende la presencia del lobo, ya que “apenas hay monte o refugio donde puedan estar”.

Días antes, un ganadero le comentó a Guillermo que había visto un “lobo delgado por la zona junto a otro más gordo”. Tras varios testimonios más, el chico reconoce que a los propietarios la situación ya les empieza a dar “respeto”.

Un día, mientras Guillermo estaba cosechando, a lo lejos le pareció ver un galgo. Tras fijarse, confirmó que se trataba del lobo delgado que ya había visto su compañero. “Al verle me dio mucha rabia no tener la cámara, por lo que en días sucesivos la llevé conmigo”, relata el joven.

Poco después, cámara en mano, vio cómo el trigo alto empezó a moverse. Para su sorpresa, delante del peine de la máquina apareció la loba de las fotografías. “Me quedé paralizado”, cuenta el chico tras el avistamiento. Rápidamente sacó la cámara y pudo captar varias instantáneas de la hembra.

Guillermo siguió cosechando y, cuando casi no quedaba trigo, la loba “salió corriendo”. El chico paró la cosechadora y silbó. La loba “se detuvo a unos 100 metros y con el zoom de pude hacerla las fotos mirando hacia mí”.

Cuenta el agricultor que “es un animal que impresiona y te transmite una sensación como de debilidad”. Para Guillermo, que también practica la caza mayor y menor, ha sido “una experiencia única”. Días después de su encontronazo, otros vecinos le comentaron que habían vuelto a ver la loba con varios lobeznos en la misma zona.