El animalismo se indigna: “Lo que el Gobierno debe hacer es trabajar en prohibir la caza”

La reunión celebrada esta semana pasada entre Sergio García Torres, director general de los Derechos de los Animales del Gobierno y los representantes de la Real Federación Española de Caza, ha hecho estallar a los animalistas, indignados ante la participación de los cazadores en la futura Ley de Bienestar Animal. Laura Duarte, presidenta de Pacma desde la dimisión de Silvia Barquero, se grabó un video criticando duramente la reunión y exigiendo al Gobierno que trabaje en “prohibir la caza”.
La animalista aprovechaba en su video para “recordar” al Gobierno “que tiene la Ley Cero sobre la mesa desde hace tres años y que no han atendido ni estudiado en ningún momento”. Una Ley que lejos de buscar un punto intermedio, se basa en las directrices de “cero caza” y “cero tauromaquia”. Y del recordatorio, Durate pasaba al cabreo: “es una vergüenza, es inadmisible y una ofensa a quienes llevamos años dejándonos la piel en la defensa de los animales, que desde el gobierno se atiendan las demandas de los cazadores”.
En su discurso, la presidenta de Pacma recurría al inventario habitual del animismo contra la caza, con frases como que los cazadores, “son los responsables de mas de 20 millones de muertes en nuestros montes cada año”, o que somos “las personas que condenan a una vida miserable a decenas de miles de perros que utilizan para cazar, que utilizan como meras herramientas y que abandonan o matan cuando acaba la temporada de caza”.
😒 Tras la reunión de @SergioGaTorres con la Federación Española de Caza, nos preguntamos: ¿para qué sirve una Dirección General de Derechos de los Animales que escucha las demandas de quienes los matan a tiros? 😡@lau_duart exige al Gobierno explicaciones y el fin de la caza👇 pic.twitter.com/nd0F60LeDT — PACMA (@PartidoPACMA) July 3, 2020
La novedad en el discurso de odio de Laura Duarte, es que esta vez ha acusado a los cazadores de “haber secuestrado casi el 90% de nuestro territorio natural”, porque “la mayoría de nuestro país es un coto de caza”. Una afirmación tan absurda que solo podía rematarse exigiendo al Gobierno que trabaje “en prohibir la caza”.