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EL JOVEN AGREDIDO LLEGÓ A PERDER EL CONOCIMIENTO

Animalistas dan una paliza, muerden, e incluso intentan estrangular a un cazador

Un joven cazador de 19 años que se encontraba de acompañante en una cacería, fue atacado por tres activistas radicales que lo estrangularon, golpearon e incluso le mordieron, en un ataque por la espalda de los radicales.
Los animalistas atacaron al joven por la espalda y le tiraron al suelo, donde empezaron a golpearle e incluso morderle. Los animalistas atacaron al joven por la espalda y le tiraron al suelo, donde empezaron a golpearle e incluso morderle.

La violencia cada día más extrema de los grupos animalistas, ha llegado a un punto intolerable de agresiones físicas, dejando atrás la barrera de lo verbal o sus comunes sabotajes de cacerías. El pasado viernes 1 de noviembre, en el bosque de Lanouée, (Morbihan) en Francia, tuvo lugar un lamentable episodio en el que un joven cazador de apenas 19 años, sufrió múltiples lesiones, -que incluyeron mordiscos, golpes, intento de estrangulamiento y gas lacrimógeno-, en el ataque iracundo e injustificable de unos animalistas que pretendían sabotear la jornada de caza.

Gabriel, estudiante y aficionado a la caza, acompañaba a su padre y unos amigos en una jornada de caza cuando el grupo de activistas se presentó en medio del bosque. Los tres hombres del colectivo animalista Forest Keepers, comenzaron a perseguir, acosar, insultar y amenazar a los cazadores. Gabriel se separó del grupo de sus compañeros de caza, para intentar calmar la situación y rebajar la tensión, pero fue entonces cuando fue agredido. "No cazó, formó parte del grupo y tuvo la misión de intentar amortiguar el enfrentamiento para evitar que las tensiones fueran a más", contaba su padre, Mickael Perennez, contramaestre de Rallye Armor.

Estrangulado hasta que cayó incosciente

"Uno de los activistas aprovechó la ausencia de testigos para estrangularlo por la espalda y tirarlo al suelo. Eran tres, bien identificados y conocidos por nuestros equipos. Otro, a sabiendas de que mi hijo estaba grabando, le pisó la mano para hacerle soltar la cámara. Como no se rindió, otro le mordió la mano”, narraba la espeluznante sucesión de los hechos el padre de Gabriel. 

Como resultado del estrangulamiento del cual fue víctima, el joven Gabriel cayó en inconsciente al suelo. Recuperó la conciencia, pero experimentó mareos repetidos que requirieron la intervención de bomberos que también le encontraron presión arterial alta, pero también dolor de cuello, pérdida de sensibilidad en las manos, sin mencionar innumerables hematomas.

El resto de cazadores que intentaron socorrer a Gabriel, fueron recibidos con chorros de gas lacrimógeno en los ojos quedando cegados un largo rato y motivo por el cual, también necesitaron asistencia médica.

Acoso y violencia constantes

"Nos hostigan. Nos están acosando constantemente, provocándonos, empujándonos e incluso burlándose de nosotros. Nos filman a 50 centímetros e impiden nuestro derecho a cazar”,  lamentaba otro cazador del área de Guingamp. Los jóvenes cazadores franceses están cansados ​​de las provocaciones repetidas de los grupos anticaza y, especialmente preocupados por la escalada de violencia del pasado fin de semana.