Campaña de control sanitario en cacerías

Un total de 66 veterinarios colaborarán en la campaña cinegética 2015/2016 para realizar los controles sanitarios de las piezas cazadas
o abatidas que se destinan al autoconsumo. La normativa actual, Orden
2139/1996, obliga a que el veterinario colaborador realice la inspección
en el lugar donde se realice la caza e inmediatamente después de que
finalice tal actividad cinegética.
El control sanitario comprende la inspección de las canales de los animales y sus vísceras, y el examen de investigación de triquinas en los jabalíes con
el fin de descartar la presencia de larvas de este parásito. Sanidad
recuerda que la normativa actual prohíbe la comercialización de piezas
de carnes frescas y productos cárnicos procedentes de caza silvestre, excepto las carnes que son procesadas y tratadas en la cadena comercial.
Los controles sanitarios de los animales silvestres previenen enfermedades que se transmiten a las personas a través de carne contaminada con gérmenes, fundamentalmente la triquina, presente en especies como el jabalí o el cerdo. El consumo de carne de caza contaminada con triquina puede provocar la enfermedad conocida como triquinosis, que se manifiesta con gastroenteritis acompañada de dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarreas, así como la aparición repentina de molestias y dolores musculares, edema de los párpados superiores y fiebre. Durante la campaña 2014/2015 los veterinarios colaboradores llevaron a cabo un total de 354 inspecciones de piezas de caza destinadas al autoconsumo del propio cazador y 186 inspecciones de piezas destinadas a salas de tratamiento de caza para su comercialización.