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Según la Asociación Española Caza en Abierto

"La caza ni es deporte, ni es una actividad lúdica"

La Asociación Española Caza en Abierto ha emitido un comunicado donde rechaza el uso ventajista que ecologistas y animalistas hacen de la actividad cinegética, acusando a los cazadores de practicar la actividad por diversión.
caza deporte La Asociación Española Caza en Abierto pone en valor el papel de la caza social.

Recientemente, entidades representantes de una gran parte del colectivo de la caza social y profesional, entre los que se incluyen colectivos que representan perros de caza, junto con colectivos de los sectores agrarios y ganaderos suscribieron un manifiesto conjunto de rechazo a los escritos presentados por Podemos, y otro suscrito por diversas organizaciones animalistas y ecologistas quienes, basándose exclusivamente en fundamentos ideológicos y NO CIENTÍFICOS NI MEDIOAMBIENTALES, afirmaban que la caza es una “actividad deportiva y lúdica”. Y, por tanto:

  • Rechazaban la actividad cinegética como herramienta fundamental de gestión de los ecosistemas terrestres y de su fauna silvestre.
  • Rechazaban la actividad cinegética como herramienta fundamental de control y equilibrio poblacional.
  • Rechazaban la actividad cinegética como herramienta fundamental de control sanitario de contagios (epizootias y zoonosis), como herramienta fundamental de control de daños a los sectores primarios agrícola y ganadero.
  • Rechazaban la actividad cinegética como actividad vertebradora del medio rural que, como consecuencia directa, resulta una generadora importante de ingresos a los pueblos de España, fomenta el turismo rural, crea puestos de trabajo, reinvierte una gran parte de sus ingresos en mejor gestión del medio natural y, a fin de cuentas, genera el 1% del PIB nacional.

Según ha defendido la Asociación Española Caza en Abierto, la venatoria "ni es deporte, ni es una actividad lúdica". No toda actividad humana que conlleva realizar un ejercicio físico puede y debe considerarse deporte, ya que el deporte (según la RAE) es una “Actividad o ejercicio físico, sujeto a determinadas normas, en que se hace prueba, con o sin competición, de habilidad, destreza o fuerza física”, por lo que una práctica deportiva lleva implícita una actividad competitiva, algo que con la caza no sucede.

Un cazador no acude al monte a participar en pruebas de habilidad, destreza o fuerza física. Tampoco acude al monte a competir. Un cazador va al monte a disfrutar del entorno natural, de momentos de soledad, de la flora y la fauna que comprende y cuida. A reencontrarse consigo mismo y a cuidar, preocuparse y ocuparse por lo que es su pasión: el medio natural y su fauna.

caza deporte

La misma falsedad va implícita en el mal uso del adjetivo “lúdico” por parte de estos colectivos, ya que dicho adjetivo, que significa “todo aquello relativo al juego, recreación, ocio, entretenimiento o diversión”, lo aplican perversamente para inducir a pensar a sus fanáticos seguidores y aquellos que ignoran la realidad de la actividad cinegética que para el cazador el hecho de matar (asimilándolo también con perversidad al hecho de cazar) es algo “divertido y placentero”, lo que es rotundamente falso.

Para el cazador social, para el cazador profesional, para el gestor, cualquier animal salvaje es digno de admiración, cariño y respeto, no siendo para nada su fin “el matar” y sí el implementar una gestión del medio natural coherente y eficaz que consiga que las de poblaciones animales silvestres estén equilibradas, saneadas sanitariamente y controladas tanto en número de individuos como en sexo y edades, extrayendo a través de la actividad cinegética u otros medios que correspondan, aquellos individuos que por su exceso en número, por su edad o enfermedad, sean necesarios para que el resto de la población esté controlada y equilibrada sin superar la capacidad de carga del área o del ecosistema.

Que no se nos olvide una cosa: los ecosistemas terrestres del 90% del planeta son ecosistemas artificiales o semiartificiales. Y esto no es de ahora, sino que viene desde que el ser humano empezó a roturar tierras para sembrar, a domesticar animales, a levantar pueblos, ciudades, carreteras, etc. Y, por tanto, o el ser humano se responsabiliza de implementar una correcta gestión de “y en” éstos, o éstos estarán condenados a una segura destrucción.

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Cierto es que existen Federaciones de Caza en España que, siendo ENTIDADES PRIVADAS adscritas al Consejo Superior de Deportes o a las Consejerías de Deporte de las CCAA, REPRESENTAN A ESA PARTE DEL COLECTIVO DE CAZADORES QUE SÍ PARTICIPAN EN ACTIVIDADES COMPETITIVAS, DEPORTIVAS, tanto de manera exclusiva como complementaria a su actividad, como cazadores gestores sociales o profesionales.

El que un cazador social o profesional se federe (adquiera una tarjeta federativa) para participar en un campeonato o evento deportivo relacionado con la caza, no significa que su actividad principal como cazador sea la deportiva, ya que mientras que la competición o concurso al que se presente durará unas horas o unos días, el resto de los 365 días del año su actividad será NO DEPORTIVA pero sí cinegética.

Por tanto y como consecuencia de lo anteriormente mencionado, en ningún caso se debe caer en la trampa de considerar que entidades privadas cuyo exclusivo fin es el deportivo - y además representan parcialmente (no en exclusividad) a un 20-25% del total de cazadores de España – sean las representantes del sector.

Al mismo tiempo, tampoco se puede consentir que los autores de esos escritos a los que hacíamos referencia al principio UTILICEN la mera existencia de ésta pequeña parte deportiva del sector para considerar falsamente a la caza como deporte y actividad lúdica, justificando lo injustificable, máxime en éstos momentos de “estado de alarma” en los que la actividad gestora cinegética debería ser considerada “actividad esencial” habida cuenta de los problemas que la falta de control de la fauna silvestre, debido al parón de la caza, está causado a los sectores primarios y a los ecosistemas.

La Asociación Española Caza en Abierto propuso y suscribió el citado manifiesto que al comienzo hemos mencionado por convicción y por responsabilidad, como defensores de la correcta gestión del medio natural y la caza responsable en fincas abiertas. MANIFIESTO AL QUE SE HAN IDO ADHIRIENDO DIFERENTES COLECTIVOS, NO SÓLO CINEGÉTICOS DE CAZA SOCIAL, PROFESIONAL y PERROS. También, actuando desde la coherencia, se han adherido Federaciones que representan a más de 4.000 pueblos pedáneos de España, colectivos ganaderos, agrícolas y de la pesca y la Asociación Alma Rural, que representa a más de 800 entidades de todo el amplio espectro del mundo rural – pueblos, trashumancia, silvicultura, apicultura, ganadería, pesca, agricultura, caza, tauromaquia, forestal, cárnicas, hostelería, etc.

Asociación Española Caza en Abierto

Todos juntos conforman ahora un sólido bloque cuyo primer paso ha sido suscribir de manera homogénea y transversal éste manifiesto pero que, a partir de ahora, responderá con argumentos científicos, técnicos, estadísticos y desde su experiencia sobre el terreno, a todos los ataques que, con base ideológica, acientífica o falsa, reciba el colectivo.

A la entidad le consta que la parte deportiva de la caza (las Federaciones), a través de la Fundación Artemisan, que tiene como uno de sus patronos al Presidente de una de las Federaciones Territoriales, sacó un manifiesto orientado en la misma dirección, pero con una orientación más científica, manifiesto que consideramos muy bien fundamentado en todos sus puntos y sería plenamente asumible por los cazadores.

"Muy a nuestro pesar, decidimos no suscribir este manifiesto al ser esa parte privada deportiva y de competición uno de sus firmantes, ya que no teniendo nada en contra de ellos, consideramos que en lo que afecta a esta situación, su participación está fuera de lugar – ya que no se están atacando las competiciones relacionadas con la caza y sí la actividad cinegética como herramienta imprescindible de gestión", detalla la asociación.

Por último, y por el bien del sector cinegético de España, agradecen (por una amplia mayoría del sector) que esa parte de la caza que es “deporte” (la Federativa) sacase un comunicado público señalando que la única actividad deportiva relacionada con la caza es la competitiva que ellos representan desde sus entidades privadas (y que ocupa ese 20% del total de cazadores) reconociendo públicamente lo evidente: que el resto de la actividad cinegética no es una actividad deportiva y sí social, profesional, de gestión y conservación medioambiental.

Esto sería de agradecer, ya que sería la mejor manera de cohesionar al sector al completo y reestructurarlo de una forma eficaz y proactiva, no sólo por el bien del propio sector sino, sobre todo, por el bien del mundo rural, de los demás sectores primarios y de nuestro medio ambiente, "rompiendo de una vez los bulos y las mentiras sobre las que los animalistas y ecologistas apoyan sus falaces argumentos que venden a determinados colectivos ignorantes para llenar sus bolsillos con subvenciones".

Es el momento de poner al mundo rural en valor; es hora de poner al sector cinegético en valor; es el momento para anteponer el bien común a los egos”, finaliza la asociación en un comunicado.