Un furtivo que mató un corzo, condenado a indemnizar al coto

Un furtivo ha sido condenado por abatir un corzo ilegalmente en Palencia. Los hechos ocurrieron en abril de 2018 y, casi un año después, el Juzgado de los Penal Número 1 ha ratificado la sentencia. Y es que el investigado, recurrió el falló, aunque finalmente ha sido desestimado.
El hombre, originario de Cantabria y de 36 años de edad, se coló en el coto de la Junta Vecinal de la localidad de Villabellaco. Allí, disparó al corzo sin permiso y, tras caer muerto, lo arrastró hasta una zona cubierta de vegetación, donde lo escondió.
Por este delito, la justicia le ha impuesto una multa de 1.620 euros, la inhabilitación por un período de 15 meses y el pago de una indemnización de 1.200 euros al coto afectado. Además, deberá correr con las costas del juicio.
Esta localidad, perteneciente al municipio de Barruelo de Santullán, se ubica en la comarca de la Montaña Palentina. Según las quejas reiteradas de los cazadores, esta zona lleva tiempo siendo golpeada fuertemente por los furtivos. Los afectados se quejan de la escasa vigilancia por parte de las autoridades.
Los hechos
En lo que se refiere a los hechos, la Guardia Civil recibió un aviso sobre la posible presencia de un hombre furtiveando en el coto del pueblo de Villabellaco. Entonces, varias patrullas fueron movilizadas para trasladarse a la zona y verificar estos hecho. Una vez allí, los agentes detectaron un vehículo que abandonaba el coto y procedieron a identificarlo.
Durante el registro del coche, en el interior se encontraron varios enseres como ropa de camuflaje, una mochila, un cuchillo o el rifle que se utilizó para el abate. Además, el hombre tenía un permiso que no se correspondía con el del citado coto de Villabellaco.
El acusado alegó que había estado recechando pero no había abatido ningún ejemplar. Ante las dudosas declaraciones, los agentes del Seprona batieron el paraje y hallaron un ejemplar de corzo muerto por un tiro, junto a un rastro de sangre por haber sido arrastrado. El animal aúne estaba caliente, señal evidente de haber sido abatido de forma reciente.
Así, la Guardia Civil pudo comprobar que el hombre no tenía ningún tipo de autorización del citado coto. Tampoco contaba con el precinto de la Junta de Castilla y León para abatir este ejemplar en Palencia. Además de los utensilios que llevaba en el coche, le fue intervenido el cuerpo del corzo abatido.