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PLA-1 de Armusa en calibre 16, 20 y 28

Seguramente estamos ante la serie más completa y variada del mercado en cuanto a cartuchería de caza menor, hablamos de PLA-1 de Armusa, donde están presentes todos los calibres de uso habitual.
armusacartuchos11108 PLA-1 de Armusa en calibre 16, 20 y 28.

En esta ocasión hemos traído a nuestras páginas tres cartuchos en calibres medios y pequeños, pues aún pareciendo para muchos calibres faltos de capacidad para colgar caza en buena proporción -comprándolo con los resultados habituales con calibre 12-, la realidad es totalmente diferente, a la vista está el incremento progresivo de cazadores que emplean el 20, el aumento ya significativo de incondicionales del “dulce” 16, y un número variable que mantiene escopetas en calibre 28 para jornadas concretas o para iniciar a nuevos cazadores.

Hablando de los dos calibres medios principales, la cartuchería en calibre 16/70 mantiene en nuestro país unas cotas de mantenimiento, con prácticamente todos los fabricantes principales que cargan al menos un modelo de este calibre en gramajes de entre 28 y 29 gramos, alguno más que carga 30 gramos, y uno o dos que comercializan modelos de 32 gramos en semi mágnum, es decir, respetando la vaina de 70 milímetros.

Poco a poco el 16 está tomando forma de nuevo y ello gracias a un buen número de aficionados que está volviendo a este calibre, y que no pierden tiempo en comentar las excelencias del tiro de caza con este calibre, más ligero que el 12/70, y con un plomeo muy adecuado para la caza al salto. Podría decirse, incluso, que no necesita más gramos, que con 28-30 cumple a la perfección con las exigencias habituales de nuestras jornadas.

El 20 está dando pasos de gigante en las últimas temporadas, con un incremento notable en el número de cazadores que cazan ya con este calibre, un significativo aumento en las ventas de escopetas de esta calibre (muchas semiautomáticas), y la apuesta decidida por los fabricantes a la hora de apostar por nuevos modelos, tanto de escopetas como de cartuchería.

Cartuchos en este calibre se encuentran en cualquier armería, con varios modelos, y con posibilidad de encontrarlos con taco de fieltro o con copa contenedora de diferentes efectos, de ahí que se pueda afinar al máximo para aprovechar estas características con las necesidades de nuestros lances de caza. Los gramajes varían entre los 24 y los 32 gramos, con bastantes modelos en 28 y varios fabricantes que, como es el caso de Armusa, están cargando 30 gramos con notable éxito.

Del 28 podemos decir que se mantiene en márgenes casi simbólicos, es decir, no se venden prácticamente escopetas en este calibre, sin embargo hay un buen número de cazadores que tienen alguna escopeta en este calibre, muy ligero y cómodo para chavales que se inician, al igual que resulta bastante barato encontrar buenas escopetas en este calibre en el mercado de segunda mano y en las subastas de la Guardia Civil. El gramaje más empleado en este calibre es de 21 gramos, de ahí que otro calibre más pequeño, el conocido como .410 o “12 milímetros largo”, lo esté solapando poco a poco, al cargar éste 19 gramos.

Esta serie PLA-1 mantiene excelentes prestaciones cazadoras en estos tres cartuchos, el 16 claramente enfocado a la caza al salto y en mano, con un taco contenedor que cubre algo más de la mitad de la carga de perdigones y que se fragmente en dos mitades, con una amortiguación bastante blanda, lo que propicia disparos que atienden bien al choke del cañón, y muy suave en el retroceso. Son 28 gramos que nos pueden dar mucho, mucho juego en la caza a rabo.

El PLA-1 de calibre 20/70 es un cartucho muy polivalente, se carga en 24, 28 y 30 gramos, y nosotros, para esta ocasión, hemos apostado por el de mayor carga, muy perdicero, con la opción interesantísima de la carga en perdigón de 7,5, muy morralero, y que es uno de los cartuchos más empleados en la caza al salto con este calibre.

El modelo de calibre 28, muy indicado para la caza con reclamo, esperas de conejos en verano y la caza de la codorniz, cumple sobradamente con lo que se necesita para estas modalidades y piezas, permite cazar con escopetas muy ligeras, y su carga de 21 gramos plomea de forma muy centrada, es decir, obtendremos muy buenos resultados aún en distancias algo superiores a las habituales, pues su taco, de plástico provisto de copa contenedora, concentra muy bien el plomeo.

No está de más, en los tiempos que corren y con la problemática del plomo, apostar por calibres más adaptados a las necesidades reales en la caza menor, con estos calibres y con las cargas comentadas, cubrimos sobradamente la mayoría de los lances, gastamos menos plomo, contaminamos menos, y seguimos colgando caza. ¿Quién se atreve a probar...?.

(Texto: Miguel F. Soler. Fotos Archivo).