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Con la vista puesta en las codornices, perdices y becadas

20 argumentos a favor del setter inglés para esta temporada

Perro de muestra seguro, pero sensible; veloz, pero racional; cuidadoso, pero valiente; y dócil, pero con iniciativa. La consistencia y la sensibilidad serán nuestras armas para realizar un buen trabajo con el setter inglés.
20_Argumentos_Setter_Ingles_G Setter inglés durante una jornada a codornices en media veda.

1 El setter inglés trabaja en cualquier cazadero con igual seguridad, pero se muestra más motivado en zonas de monte con cierta vegetación, en las que se mueve con gran agilidad, asimilándose a los felinos cazadores más afamados.

2 El momento de mayor tensión para un setter es cuando muestra la pieza de caza, ya que el porte de cabeza, la expresión corporal y su naturaleza emanan su portentoso potencial y su magna sensibilidad.

3 Esta raza puede llegar a tumbarse en la muestra por su afán de ocultar su presencia a la pieza. Cualquier movimiento o sonido brusco por nuestra parte podrá influir en la belleza e intensidad de la muestra. 

Setter inglés en muestra.

4 Puede resultar un buen nadador, de manera que si introducimos este aspecto del trabajo de forma coherente y conseguimos unas primeras experiencias buenas, lograremos que el perro disfrute de un momento relajante. 

5 Suele someterse mucho cuando realiza los ejercicios de obediencia, por lo que conviene hacer un buen balance entre premios y castigos. Son perros sensibles para trabajos artificiales, aunque saben sacar provecho de esta sensibilidad si no aplicas constancia y consistencia en el trabajo.

Trabajando con dos cachorros de setter inglés.

6 Si cobra bien fuera del agua, el setter lo hará muy bien dentro de la misma. Trabajaremos al perro en la natación, y cuando obtenga buenos resultados y disfrute nadando, introduciremos el cobro con alguna pieza u objeto fácil de portar. 

7 Los aficionados que cazan con setter saben que es un perro fácil para convivir, dócil para adiestrar, pero sencillo también de estropear, ya que hay que ser muy constante y consistente en el trabajo, a la vez que analítico en las respuestas del perro.

Con dos setters ingleses en el campo.

8 Debido a su gran amplitud y velocidad, el setter suele ser un perro que abre en exceso para la caza en mano, pero su docilidad hace de este problema una ayuda, ya que su muestra y llamada son buenas y permiten al conductor acercarse sin problemas hasta la caza.

9 Su muestra casi felina, su cobro suave y su recorrido amplio en el campo convierten al setter inglés en un perro de caza adecuado para el disfrute del aficionado.

10 La búsqueda es rápida y el laceo amplio, pero, en general, su estilo de buscar la caza es muy adecuado para la escopeta, por lo que la raza crea verdaderos aficionados. 

Setter inglés en plena carrera durante la búsqueda.

11 Poseedor de un olfato fino y eficaz en todas las condiciones climáticas, y con una búsqueda veloz a la que suma su gran resistencia física y una intachable muestra, aquéllos que han cazado con un buen setter inglés difícilmente cambian de raza.

12 Funciona muy bien como codornicero los días en los que el calor no es extremo, por lo que mejora su rendimiento en los últimos días de la media veda. Necesita beber con frecuencia, por lo que el cazador ha de procurar que no le falte nunca agua. Su manto protector le permite buscar la codorniz en lugares difíciles.

Pieza localizada por un setter inglés.

13 Por sus largos años de presencia en España, encontramos ejemplares ya adaptados al clima cálido, que rinden satisfactoriamente, pero son muchos los cazadores que en verano les recortan el pelo.

14 No tiene quien le iguale en la caza de la becada en los bosques caducifolios (ocupación mayoritaria de la raza en nuestro país), pero asimismo se ha mostrado insuperable en la caza de aves acuáticas, puesto que se zambulle y nada admirablemente sin temer a que los cañizos o espadañas lo lastimen.

Setter inglés en muestra a una becada.

15 Caza a viento alto, batiendo mucho terreno. De joven es algo rebelde al adiestramiento, pero pronto madura y se centra. Da los mejores resultados durante el invierno y en condiciones de frío y lluvia, que otras razas soportan mal.

16 Velocidad y una muestra de extraordinaria firmeza le permiten cazar todo tipo de aves con soltura, e indudablemente la perdiz no supone ningún reto para este animal excepcional.

Extraordinaria firmeza de la muestra.

17 El setter se comunica muy bien con el cazador, pero debemos estar muy atentos, ya que nos ‘dirá’ cuándo debemos avivar el paso y cuándo situarnos adecuadamente para el disparo. Excelente rastreador ante codornices y perdices que se escurren a peón.

18 Su terreno parece ser el monte mesetero y norteño, pero no nos engañemos, en la llanura, e incluso en el sur peninsular, depara enormes satisfacciones con las patirrojas.

Durante el transcurso de una jornada becadera.

19 Con las perdices tenemos una gran raza por descubrir, ya que se apega muy bien a su dueño (recomiendo un solo perro por escopeta, para evitar conflictos de competencia entre ambos) y las marca a gran distancia.

20 Nariz 10 para codornices, donde se ofrece como un mostrador que rastrea a la perfección, desmadeja muy bien y saca pájaros de cualquier lugar, pues tiene recursos para cazar en terrenos abiertos y espesos.

Imponente la estampa de este setter inglés en un rastrojo.

(Fotos: iStock y archivo)