Golpes de calor, más vale prevenir…

Sabemos que no es raro que muchos perros salgan al inicio de la temporada desde el sofá, sin recibir un entrenamiento previo y, de repente, verse con 40 grados en plena faena en el campo. La entrega absoluta a esta afición de muchos perros de caza puede poner en serio peligro la vida de los mismos si no somos suficientemente previsores. Por eso, te traemos diez consejos básicos para cuidar a tu perro ante esta media veda.
1. Evitar el sobrepeso en los perros en cualquier época del año, manteniendo una alimentación equilibrada.
2. Que el perro realice ejercicio físico todo el año, no sólo en las épocas cinegéticas.
3. Facilitar el endurecimiento de las almohadillas mediante el ejercicio regular y, si fuera necesario, mediante del uso de productos específicos.
4. Evitar las zonas con abundancia de espigas de gramíneas que pueden provocar lesiones graves en los ojos, oídos, almohadillas...
5. Prestar especial atención al transporte en los vehículos, debido al elevado riesgo de accidentes por temperaturas elevadas.
6. Cazar exclusivamente a horas tempranas, en las que la temperatura sea lo más baja posible.
7. Estar atentos a la aparición de excesivos signos de fatiga para así poder detenernos a tiempo.
8. Llevar agua para nuestro perro, además de la nuestra y ofrecerla de vez en cuando.
9. Revisar bien a nuestro perro para localizar espigas ocultas en el pelaje, o heridas de cualquier otra índole.
10. Ante cualquier signo de urgencia o de lesiones que requieran.
Y si pese a todo sufre un golpe de calor, ¿qué hacemos?
Si tenemos falta de precaución o la mala suerte de que, aún a pesar de nuestros cuidados, el perro manifiesta una gran debilidad, estado de shock, con jadeo y excitación, taquicardia, conjuntiva del ojo y mucosa de la boca rojo muy fuerte, o incluso pérdida del conocimiento del animal, además de tener una temperatura muy elevada (todo ello síntomas de un golpe de calor), deberemos rápidamente intentar bajar su temperatura con agua no muy fría, darle de beber si está consciente y en condiciones de hacerlo, colocarlo a la sombra y asegurarnos de que pueda respirar aire fresco.
Según la gravedad, deberemos llevarlo urgentemente a un veterinario, ya que en sus primeras fases es sencillo de solucionar, manifestándose mortal si el proceso está ya avanzado. Como medidas preventivas deberíamos cazar exclusivamente a horas muy tempranas en las que el calor no apriete, llevar agua, además de para nosotros, para el perro, dándole de beber con frecuencia y, fundamentalmente, ir pendientes de nuestro compañerocanino para, ante signos de excesiva fatiga, detenernos a descansar o dar por concluida la jornada de caza. Es importante volver a resaltar que es tanta la pasión de los perros por la caza que no paran hasta estar prácticamente extenuados. En el caso de los viajes, evitar dejar el perro en el coche excepto que nos aseguremos una buena sombra que no se quitará al desplazarse el sol, dejando las ventanillas un poco abiertas para hacer algo de corriente e incluso dejar al perro un bebedero con agua.
(Texto: Manuel Lázaro. Clínica Veterinaria Mirasierra. Fotos: Shutterstock).