Springer y cocker, dos grandes levantadores de caza

Las dos razas levantadoras más difundidas son el english springer y el cocker, pues las otras variedades típicamente británicas, como el welsh springer o el field spaniel, son unas auténticas desconocidas entre nosotros. Y ni mencionar al Deutscher Wachtelhund de Alemania o al Nederlandse Kooikerhondje de los Países Bajos, dos razas que son apreciadas en su tierra y aquí solo conocemos de nombre.
Los cocker y springer no se diferenciaban inicialmente más que por el tamaño, dándose incluso el caso de que en una misma camada los cachorros que crecían más se registraban como springer y los más reducidos de talla como cocker. Por ello, antes de que las exposiciones de belleza malearan el temperamento de algunas líneas de sangre en el cocker, el estilo de caza de ambas razas era realmente muy similar, aunque más rápida en los springer que en el cocker por la propia estructura morfológica del perro. En ambos la búsqueda se realiza a tiro de escopeta y una vez localizada la pieza pasan a levantarla.
El springer spaniel
Perfectamente encuadrado en el Grupo VIII de la FCI, pertenece el springer spaniel al prototipo de perros levantadores de caza. Su especialidad son las aves en los grandes llanos cerealistas y altiplanicies verdes. Necesita mucho menos adiestramiento que un perro de muestra, bastando una educación básica para que ejecute convenientemente su trabajo. Hoy, en que el adiestramiento de un perro de muestra se ha convertido en un arte que nos exige dedicarle mucho tiempo y paciencia, cuando no dinero por necesitar un adiestrador profesional, el springer spaniel inglés debería ser tomado en consideración por aquellos cazadores que necesitan un perro, pero no sienten especial interés en la cinología.
Se le supone oriundo de España e introducido en Gran Bretaña por las legiones romanas, puesto que era conocida en la Gran Bretaña precristiana. Las pinturas británicas de los siglos XVI y XVII representan ya un perro de tipo muy similar al actual y era utilizado tanto para cazar aves como piezas de pelo, auxiliando en esta labor a los halcones cetreros. Con la invención de las armas de fuego y la aparición del tiro al vuelo el springer spaniel inglés vio abrirse ante él un mundo de nuevas perspectivas. A finales del siglo XIX los ejemplares más pequeños son empleados en la caza de la becada -“woodcock”- y empiezan a conocérseles como cockers, en tanto que los de más talla siguen apodándose springer.
Estos perros mantuvieron incólumes sus cualidades venatorias gracias a que su apariencia no era del agrado de la burguesía británica, que empezaba en pensar en los perros como mascotas antes que como animales de trabajo en los mismos años en que nace la caza moderna.
El cocker spaniel inglés
Es la raza más popular del octavo grupo de la FCI y en la que mejor pueden apreciarse los cambios morfológicos que se producen en una raza que pasa de un medio (la caza en el campo) a otro (mascota urbana). Fue la primera raza que abandonó su tradicional cometido de perro de caza para convertirse en una estrella de los hogares y las exposiciones de belleza. Es un perro muy alegre, aficionado al juego, de gran belleza por su espectacular manto, que nos requerirá constantes cuidados para mantenerse hermoso y brillante. La belleza de su largo y sedoso pelo, y un temperamento equilibrado, una inteligencia despierta y su facilidad para aprender son sus notas más características. Su estándar es de 1901. Una de las características que demuestran que este antiguo perro de trabajo es hoy un sofisticado animal de lujo es la gran variedad de colores que se dan en la capa, prácticamente toda la paleta imaginable, sólidos, manchados, píos con o sin ticking (moteado).
Encontrar buenos cocker de caza es hoy tarea difícil. En Francia perviven algunos criadores que siguen empleando sus cockers en la caza y acuden con ellos a pruebas de trabajo. Recurrir a sus líneas de trabajo es la mejor garantía. Para cazar un cocker sobre todo debe tener buena constitución, buen temperamento e inteligencia, pero sobre todo nariz. Es preferible un perro de tamaño medio, los demasiado pequeños pueden triunfar en un ring de exposiciones pero en el campo son un desastre. Tampoco demasiado grande, para eso nos quedaríamos con un springer, además de que tendría dificultad para sacar conejos bajos los zarzales, teniendo que cazar al salto. El mejor color es aquel que esté muy manchado de blanco, que facilita localizar el perro en el cazadero. Y, desde luego, rechazar los perros tipo “cob” (perros cortos y redondeados), es mejor buscar perros con el riñón fuerte y estructura rectangular (más largo que alto).
Alegres pero con gran temperamento
Todo levantador es mucho más que un perro de caza, es un compañero único, en el que destacan por igual su alegría y su temperamento fuerte y deportivo. Tanto el springer como el cocker tienen una personalidad compleja, rica de matices, entre los que destaca su alta sensibilidad, que ha facilitado siempre su sencillo ajuste a los gustos del cazador en el campo.
Los levantadores son buenos zarzeros, demostrando su categoría para el conejo y la liebre, registrando inquietos todos los matorrales al modo en que los hacen algunos sabuesos.
El perro levantador de caza es un animal de carácter activo y tenaz, con un galope apretado y gran agilidad. No es un especialista nato, en el sentido con que hoy empleamos esta palabra, no está centrado en una única modalidad dentro de la caza, no es el producto de una selección genética (racial) llevada a cabo con la finalidad de potenciar unas conductas concretas y eliminar otras. Es un perro eficaz en todos los estadios de la caza, su búsqueda es constante, tesonera, el encuentro con la caza es vibrante, el perro se electriza, la empuja al vuelo o a la huida con estilo, sin entorpecer las acciones del cazador y llegado el momento del cobro, sea en tierra o agua, no duda en cumplir su obligación.
Otra ventaja de las razas levantadoras es su aguante, no les afectan las circunstancias climatológicas, respondiendo bien tanto al calor del verano como a la humedad cuando se cazan becadas. Su manto le resguarda bien de esas inclemencias. Y los terrenos no presentan grandes dificultades, sea cual sea la cubierta vegetal. Es cierto que su inclinación natural es por la pluma, lo que le lleva a rastrear y levantar todo tipo de aves, pero no queda atrás con el pelo, especialmente con el conejo.
Los defectos que habitualmente se le achacan a estas razas son, más que defectos , matices ligados a los gustos personales. Su olfato, muy fino y eficaz, le permite una búsqueda rápida, en la que desarrolla mucha actividad, por lo que algunos cazadores la califican como nerviosa. No tiene una muestra fija, carece de esa elegancia de las razas mostradoras, pero es la suya una forma de cazar más rústica, más antigua, pero igualmente eficaz.
(Por Eduardo de Benito. Fotos: Maite Moreno).